Farmer’s suicide triggers protests in India

En un intento por facilitar el comercio en internacional en la región, el gobierno de Nueva Delhi aprobó una ley de redistribución de las tierras. Esta decisión provocó una serie de reacciones sociales que buscan proteger su tierra y resguardarse de otras empresas industriales con las cuales no pueden competir en igualdad de circunstancias.

http://www.aljazeera.com/news/2015/04/farmer-suicide-india-150423062559886.html

Decisiones de este tipo, alejadas de la realidad de la sociedad, ajenas a las necesidades de la gente, demuestran que los policy-makers no siempre -casi nunca- consideran el bienestar y mantenimiento de la población y de un mínimo de estándares para asegurar la estabilidad de la población, en su lugar, son intereses económicos y comerciales los que influyen en mayor medida.

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Les compartimos la liga para ver el documental Home dirigido por Yann Arthus-Bertrand. El documental muestra el papel de las actividades humanas y su efecto en el mantenimiento del equilibrio de la naturaleza.

¡Esperamos que los disfruten!

China y América Latina. Una relación centro-periferia escondida en una Sur-Sur.

El crecimiento de la clase media en China, su relativa apertura económica y su pretensión de llegar a ser una potencia en más de un sentido, han hecho que dirija su atención hacia América Latina y el Caribe en busca de aquellos recursos necesarios para satisfacer sus nuevas necesidades. China necesita de los commodities que América Latina tiene, y América Latina necesita de los recursos financieros que China está dispuesto a ofrecer por ellos. Esto pareciera sentar las bases de una relación simétrica de la que ambas partes pudieran beneficiarse, pero más bien se ha definido como una de interdependencia asimétrica, en dónde la República Popular de China está tomando decisiones a largo plazo y los países de América Latina se ven forzados a seguir sus pautas para satisfacer sus necesidades inmediatas. El presente trabajo tiene como objetivo presentar la situación actual de las relaciones entre China y América Latina y el Caribe en lo referente al nivel económico de sus intereses; posteriormente se busca explorar cual podría ser el posible resultado a futuro si estas relaciones se conducen por el mismo camino; finalmente se intentará presentar algunas acciones que América Latina y el Caribe pueden adoptar para mejorar los términos en que se relaciona con China.

“En la mayoría de los casos, las exportaciones de la región al país oriental se encuentran concentradas en unos pocos rubros: se trata casi exclusivamente de productos provenientes de actividades primario-extractivas o de productos industriales basados en recursos naturales” (Slipak, 2014). La necesidad de la República Popular China de satisfacer su demanda de energéticos y de recursos naturales para su creciente población de clase media y para sus pretensiones de desarrollarse como una potencia industrial, ha conducido al estrechamiento de sus vínculos con América Latina y el Caribe. A través de inversiones directamente provenientes del Estado o a través de sus cada vez más grandes empresas transnacionales –controladas parcialmente por el Estado- China ha aumentado su presencia en los mercados financieros latinoamericanos y ha solidificado su papel como un país que busca el desarrollo de los países del hemisferio sur. China “procura diferenciarse de los hegemones tradicionales enfatizando la reciprocidad, el mutuo beneficio y la <<cooperación Sur-Sur>>” (Slipak, 2014); la manera en que países como Estados Unidos o los miembros de la Unión Europea se han introducido a los mercados financieros de América Latina facilita a los inversionistas chinos la posibilidad de diferenciarse en cuanto que se presentan como un país en igualdad de condiciones que promueve el desarrollo conjunto y que más que buscar aprovechar los recursos de la región, persigue las ganancias de todos los interesados.

A pesar de que estas relaciones se definen como de interdependencia más que como dependencia existe diferencia entre las ventajas que puede obtener China y las que puede obtener América Latina y el Caribe si se continua con esta dinámica. La naturaleza de estas relaciones “ha influido en la reprimarización de la mayoría de las economías latinoamericanas al haber mantenido un patrón de comercio muy reducido que se ha basado en exportaciones hacia China de commodities” (Verdes-Montenegro, 2014). Esto no tiene tanto beneficio para los países de América Latina y el Caribe como los beneficios que promete para China. En cuanto la República Popular China encuentre nuevas formas de satisfacer estas necesidades de recursos o encuentre nuevos potenciales de socios comerciales que satisfagan diferentes oportunidades, los países de América Latina y el Caribe quedarán, una vez más, a la deriva de las decisiones de los países más poderosos. China ha conseguido un “ascenso pacífico” en la jerarquía global (Slipak, 2014), y ha sido de una manera un tanto sutil que no ha dado oportunidad a las conocidas potencias de implementar medidas para detener o controlar esta tendencia. El país chino se ha valido de herramientas de soft power para ir aumentando su presencia global y abrirse eventualmente paso en los mercados latinoamericanos.

América Latina se enfrenta entonces al riesgo de transformar la naturaleza de su dependencia sin lograr avanzar más allá de lo que las potencias permiten. “La creciente demanda de productos básicos por parte de China impulsó las exportaciones y mejoró los términos de intercambio, sobre todo de los países de América del Sur” (Rosales y Kuwayama, 2012). Estos países podrían entonces sacar ventaja de estas condiciones de aumento de capitales para invertir en infraestructura, desarrollo y tecnología y lograr salir de la dependencia. Si se logra aprovechar este momentum de crecimiento y de presencia como proveedor de recursos claves, entonces los esfuerzos genuinos de la integración Sur-Sur pueden tener una base sólida sobre la cual apoyarse y potencializar su crecimiento. Estos países latinoamericanos, al igual que China, gozan de fuentes importantes de soft power que les podrían ser de utilidad para posicionarse en el mercado global, mejorar su imagen internacional y definir la naturaleza de sus relaciones con otros países. América Latina está a tiempo de identificar sus fortalezas dentro de la actual relación sino-latinoamericana y aprovecharlas al máximo; esto no significa que deba abandonarlas completamente si estas no se dan en las condiciones que ellos indican, simplemente quiere decir que deben identificar si la dependencia que se está generando traerá otro tipo de consecuencias a largo plazo, de las que será más difícil recuperarse o si poseen en este momento las herramientas para modificar su posición y hacer de esta relación una realmente beneficiosa para todas las partes.

Referencias:

Rosales y Kuwayama, 2012, China y América Latina y el Caribe: Hacia una relación económica y comercial estratégica”, Libros de la CEPAL, 259p. http://www.cepal.org/publicaciones/xml/9/46259/China_America_Latina_relacion_economica_comercial.pdf

Slipak Ariel, 2014, “América Latina y China: ¿cooperación Sur-sur o “Consenso de Beijing”?, Nueva Sociedad, #250, pp. 102-113. http://www.china-files.com/pdf/slipak.pdf

Verdes Montenegro Escánez Francisco, 2014, “Amigos a la fuerza: Las relaciones China – América Latina y el Caribe frente a los riesgos e interdependencias de una geoeconomía en transformación”, Documento de opinión del Instituto Español de Estudios Estratégicos, 48/2014, 15p. http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2014/DIEEEO48-2014_China_AmericaLatina_Verdes_Montenegro.pdf

Los riesgos de la globalización económica

La globalización es un fenómeno presente desde hace mucho tiempo, sin embargo, eso no ha ayudado a reducir la ansiedad que produce el estar sujetos a cambios en el sistema internacional que van más allá de lo que, como individuos, se es capaz de manipular. Hay quienes se pronuncian a favor de una integración más profunda y a una eventual eliminación de barreras entre países, enfrentándose a quienes encuentran en la globalización la causa de todos los problemas actuales -domésticos e internacionales-. La definición de globalización económica que mejor capta el reto que esta trae consigo la define como “la posibilidad de la actual economía internacional, incluyendo una red de lazos económicos que unen a economías nacionales más bien discretas, de estar transformándose en una sola economía mundial, una en la que las economías nacionales no son arreglos sociales autónomos” (Traducción de Grieco e Ikenberry, 2003). Tomando como base lo expuesto en la anterior definición se tratará de plantear, en primera instancia, algunas de las opiniones más variadas acerca de la globalización y sus efectos, después de buscará hacer un análisis de las causas principales que existen detrás de la globalización, finalmente, se evaluarán los efectos que esto tiene para el concepto de Estado Nación.

Las opiniones con más presencia sobre la globalización económica pueden partir desde una perspectiva que defiende los beneficios para el mercado libre, entendiendo que la globalización promueve un “uso más eficaz de los escasos recursos mundiales” (Gilpin, 2003). La perspectiva populista, ubica a la globalización económica como la causa de todos los males sociales, económicos y políticos, y se inclina hacia el apoyo al proteccionismo, hacia la creación de bloques regionales y la limitación de las empresas multinacionales. Desde el comunitarismo se plantea como meta para enfrentarse a la globalización económica la necesidad de “retornar a comunidades locales, independientes y estrechamente unidas” (Gilpin, 2003). Las tres perspectivas utilizan argumentos válidos y tratan de defender y entender el problema desde diferentes posiciones, pero limitarse a lo que una sola plantea resulta un tanto reduccionista; la perspectiva del mercado libre no puede negar que existen riesgos en la globalización, así como las otras dos perspectivas no pueden negar que la globalización ha tenido efectos positivos que deben considerarse a la par de los negativos. Más que tratar de encontrar una definición aislada que no resuelva los problemas reales se necesitan tomar estas perspectivas como fuentes de diagnóstico que permitan identificar los efectos que tiene la globalización para actores específicos.

Las causas más importantes que se enumeran como desencadenantes de la globalización económica son los avances en tecnología computacional y en comunicaciones. La facilidad para transmitir información, sobre todo, ha tenido un impacto significativo en la reducción de las distancias entre culturas y sus respectivos modos de trabajar y de operar; las soluciones de ciertos problemas o las metas de sectores específicos se exportan a regiones en donde no son necesariamente correspondientes con sus necesidades. A pesar de que esto puede disminuir el tramo que se debe recorrer hacia el concepto construido de “progreso” tiene otras consecuencias negativas sobre la población que está adoptando estas prácticas que de otra manera le serían ajenas. La integración cultural que acompaña a la globalización ha llegado a niveles alarmantes para los exponentes del globalismo; se ha construido una suerte de cultura global con referentes comunes para todos las diferentes regiones del mundo, lo que roba a las comunidades, en ocasiones, de la necesidad y el deseo de conservar rasgos diferenciadores, que a pesar de no aplicar para todos los casos, puede terminar por desvincular de sus prácticas o de sus metas comunes y tradicionales.

Esto tiene un efecto igual de importante en la concepción del Estado Nación como entidad autónoma y monolítica que constituye al actor principal de todas las interacciones internacionales. “En las relaciones entre Estados y empresas multinacionales ‘cada uno tiene algo que el otro quiere’” (Gilpin en Allard Neuman, 2009), entonces más que una relación en la que el Estado es el actor principal se podría hablar de una relación en la que ambos se definen constantemente. La globalización no se puede entender sin los Estados y los Estados no tienen cabida en el concepto actual de naciones sino es a través y gracias a la globalización. Esto no implica que tengan que ceder su soberanía; aunque resulta evidente que el concepto de Estado-Nación que se tiene actualmente no es viable y está en constante cambio, eso no significa que se deba pasar a un sistema global en donde no haya espacio para grupos más pequeños. Hay maneras de facilitar esta transición, pero siempre se debe de tener en cuenta como principal factor las necesidades de los pequeños grupos humanos y a partir de esto tratar de formar algo más grande. Se puede decir entonces que hay una predominancia del sujeto sobre el sistema, pero sin cerrarse a una retroalimentación y a un posible enriquecimiento al entrar en comunicación, “no se busca limitar la globalización económica, pero formarla de manera que sea menos turbulenta para las condiciones nacionales” (Grieco e Ikenberry, 2003).

Referencias:

Allard Neuman Raúl, 2009, “Globalización, Rol del Estado y Relaciones Internacionales en el Realismo de Robert Gilpin”, en Cuadernos del Foro Valparaíso, Chile, 43p. http://ucv.altavoz.net/prontus_unidacad/site/artic/20090601/asocfile/20090601222222/cuaderno_4.pdf

Gilpin Robert, 2003, “El Malestar en la Globalización”, en Robert Gilpin, El Reto del Capitalismo Global, Ed. Oceano, pp. 327-358.

Grieco e Ikenberry, 2003, “Economic Globalization and Political Blacklash”, en Grieco y Ikenberry, State Power and World Markets, Ed. Norton, pp. 204-243.

 

Fairtrade sales fall for first time in foundation’s 20-year existence

Fairtrade sales fall for first time in foundation’s 20-year existence

«Fairtrade is also a bit of a luxury for people and they are feeling hesitant about buying into that at the moment».

Los recientes ajustes económicos que están experimentando los países industrializados han tenido un efecto directo en las ventas de productos Fairtrade. Ante escenarios de posible austeridad, la población elige consumir bienes de primera necesidad, o bienes que por ser más económicos no se encuentran certificados como dentro del comercio justo.

A pesar de que el comercio justo busca disminuir la brecha de ingresos, está sujeto a que quienes pueden acceder a estos productos que disminuyen la desigualdad; y en cuanto su calidad y nivel de vida se ve en riesgo, regresan a prácticas que mantienen y perpetuan las diferencias.

Starbucks Initiative on Race Relations Draws Attacks Online

Lo que comenzó como un intento de incentivar el diálogo, se convirtió en un motivo de controversia para Starbucks. El argumento de Starbucks era que el diálogo es necesario para crear soluciones y para plantear temas en la agenda internacional, sobre todo cuando la reunión anual de accionistas de Starbucks se encontraba tan próxima.

Las opiniones en contra de esta campaña van desde lo impráctico que resulta iniciar este tipo de diálogos en contextos donde las personas buscan un servicio rápido y sin distracciones hasta críticas fundadas en la estructura organizacional de Starbucks en donde la mayoría de los altos cargos son ocupados por una población privilegiada, mientras que los puestos de baristas son comúnmente desempeñados por minorías.

Más que adentrarse en el tema racial, es importante darse cuenta del impacto que una empresa transnacional tiene. Su campaña, inicialmente nacional, tuvo impacto en las redes sociales inmediatamente y de manera casi simultánea fue transmitido al resto del mundo. En el contexto de la globalización económica, existe una tendencia a homogeneizar ciertos rasgos culturales, Starbucks Coffee se ha consolidado como uno de estos referentes comunes y las decisiones que tome tienen efecto en otros ámbitos y en otros contextos. Starbucks Initiative on Race Relations Draws Attacks Online

¿Se puede superar el consenso de Washington?

Se habla de la superación del Consenso de Washington y se discute la posibilidad del establecimiento de un nuevo orden mundial que obedezca intereses regionales y que no responda únicamente a la lógica de mercado. Esto puede ser una manera de ver la situación, la realidad es que existen muchos factores detrás de esta construcción de lo que representa el progreso. Aunque no se puede negar que el modelo sienta las bases de un posible rediseño de la economía global y de la política mundial, aun subyacen ciertos aspectos que resulta difícil erradicar. Este trabajo tiene la intención de explorar el surgimiento de nuevos proyectos regionalistas en América Latina y contrastar lo que representan como ideales y lo que han logrado en realidad; posteriormente se tratará de hacer una comparación entre estos proyectos de integración y relaciones internacionales de otra naturaleza, como las relaciones México-Canadá; finalmente se tratará de dilucidar acerca del papel de México en la agenda de cooperación americana a la luz de las transformaciones que experimenta el continente.

“…es necesario no perder de vista, que la mayoría de los recientemente creados espacios y esquemas de integración inaugurados en América Latina se caracterizan por su carácter reactivo y/o defensivo en su exclusión de los Estados Unidos…” (Serbin, 2014). La variedad de proyectos de integración en América Latina obedecen la necesidad de definir la posición de la región con referencia al resto del mundo alejándose de la posición en que Estados Unidos los ha colocado, es decir, redefinir su lugar en el concierto de naciones con base en sus necesidades y no según lo que la potencia defina. Sin embargo, superar las intenciones de Estados Unidos no es sencillo, y mientras el surgimiento de aspiraciones de integración siga siendo en referencia a éste país, estos planes estarán destinados a fracasar por la falta de un proyecto sólido que obedezca sus necesidades y no sea construido en referencia a otros países.

La intención de realizar una integración regional era promover sus necesidades como parte importante de las relaciones multilaterales y no quedar relegados a las decisiones de otros países, sin embargo, la realidad es que estas intenciones de cooperación han sido recibidas por el resto del mundo como una polarización de las políticas de los países de América Latina. Por un lado se encuentran los países que buscan la integración económica de manera más profunda, en contraste con aquellos en donde el Estado busca tener una mayor intervención y por lo tanto se han quedado rezagados en términos de competitividad internacional. “Latinoamérica ya no es un bloque unificado con ciclos económicos sincronizados” (Colitt, 2014). Aunque ante la premisa anterior es necesario preguntarse si alguna vez se ha tratado de un bloque unificado. Lo que sí se puede asegurar es que antes, de manera individual, los países de América Latina respondían de mejor manera a los intereses de la economía global y aunque cada uno tenía sus particularidades, todos cabían de alguna manera en la lógica mundial; los regionalismos sirvieron para plantear la posibilidad de un modelo alterno al actual, en el que actuando de manera conjunta, sería posible enfrentarse al modelo global, en evidente detrimento de las potencias económicas actuales.

La relación entre México y Canadá es una que pone en evidencia la falta de intención de establecer relaciones más allá de lo económico por la hegemonía, aunque de maneras no tan evidentes, de Estados Unidos. Se habla de una falta de voluntad política y de un “desinterés institucionalizado de Canadá hacia México” (Vértice Internacional, 2013). La realidad es que cada país está enfocado en sus relaciones con Estados Unidos y la relación bilateral entre México y Canadá existe sólo en referencia con lo que su vecino permite. La relación comercial entre ambos países se encuentra en un nivel inferior al de la relación entre ambos países con Estados Unidos, una situación que puede extenderse a muchas otras alianzas internacionales. Las presencia de Estados Unidos sigue estando vigente, y aunque sea como intento de oponerse a él, es un factor determinante en la posición que toman muchos de los países.

Los proyectos de integración que buscaban escapar la lógica del Consenso de Washington se encuentran actualmente en crisis. La situación política y económica de Venezuela pone en riesgo la consolidación de una oposición ideológica a Estados Unidos. Además, el éxito que están teniendo en el consenso internacional cumbres como la del G20 o el proyecto de la Alianza del Pacífico, sirven para reforzar la predominancia que aun conserva Estados Unidos como actor que dicta el orden económico mundial. México necesita definir su posición en esta transición para establecer relaciones con sentido y no solamente por seguir la corriente de otros países. La firma de acuerdos y alianzas necesita tener un sustento en el proyecto de nación, de lo contrario serán igual de significativos como su relación con Canadá. “Establecer un proyecto de nación implica, además, que se conozca el terreno en el que se busca avanzar y a los otros miembros que comparten el sistema internacional, es decir, implica una posición frente al resto de la comunidad mundial” (Meyer, 2010). México necesita definir, antes que cualquier otra cosa, cual es el interés que busca defender y a partir de eso, establecer relaciones o acuerdos con países que sean acordes, buscar una integración efectiva que le sea de beneficio y no obedezca oportunidades que no ayudan a su consolidación y crecimiento.

Referencias:

Colitt, R. (28 de mayo de 2014). Divided Latin America Favors Fast-Growing Pacific Region. Obtenido el 15 de febrero de 2015, de http://www.bloomberg.com/news/2014-05-28/divided-latin-america-favors-fast-growing-pacific-region.html

Meyer, L. (2010) La desavenida ruta de la ambición nacional. La tensión histórica entre el proyecto nacional y su entorno internacional. En Torres y Vega (Coords.) Los Grandes Problemas de México (Tomo XII Relaciones Internacionales). México, DF: El Colegio de México. Pp. 45-62. http://2010.colmex.mx/16tomos/XII.pdf

Serbin, A. (2014). Los nuevos regionalismos y la CELAC: Los retos pendientes. En Desafíos estratégicos del regionalismo contemporáneo (pp. 44-79). FLACSO. Recuperado el 15 de febrero de 2015, http://flacso.org/sites/default/files/Documentos/libros/secretaria-general/Desaf%EDos%20estrat%E9gicos%20CELAC.pdf

Vértice Internacional: La relación México – Canadá. (2013). Obtenido el 15 de febrero de 2015, de http://www.youtube.com/watch?v=T6PDLpXGSpo

US Fed drops ‘patience’ pledge and brings interest rate rise closer

US Fed drops ‘patience’ pledge and brings interest rate rise closer

El artículo plantea la situación actual de la crisis en Estados Unidos. Janet Yellen ha puesto en la mesa la posibilidad de auementar las tasas de interés en un futuro más próximo que lejano. El débil mercado energético, un crecimiento lento en las exportaciones, el gasto corriente y la inflación debajo de la meta son señaladas como algunas causas para la decisión de la Reserva Federal.

the weak energy market, slower export growth, household spending and below-target inflation as areas of concern.